Escena de ensayo, cálida y despojada, actores encendidos,
frescos y presentes, textos clásicos mechados con la novedad de la pluma del
director, teatro dentro de teatro y mucha consciencia del pasaje de postas que
construyen ritmo escénico. Esas son las cualidades presentes en “A propósito de
La Tempestad” de Martín Ortiz, con las actuaciones de Magalí Antonowicz,
Giannina Coello, Néstor Navarría, Gustavo Oliver, Federico Paz, Grace Ulloa,
Guillermo Zeballos.
Se trata de la puesta que se presenta a las 22 horas, todos los
viernes en El Crisol Teatro, situado en Scalabrini Ortiz 657 donde podemos ser
testigos de un relato que trasciende la escena e impacta en la situación socio
económica actual en Argentina: una compañía teatral que se acerca a los
tropiezos a su estreno shakesperiano se debate cuestiones de puesta
fundamentales como quien encarnará a quien, olvidando por momentos que la
historia para contar es una ficción, trascendiéndola y volviéndola verdad, como
cuando se ve teatro con todas las letras. El problema estará en que, al salir
de escena, sus interpretaciones dejan huella en sus vidas, confundiéndolos,
probándolos capaces de todo por llegar a la noche de estreno con su pieza
lista.
El espectáculo, divertido, emocionante de principio a fin, con monólogos del clásico inglés muy bien escogidos, siempre bellos y punzantes, y una despedida original que rompe la cuarta pared con un tinte peligroso y trágico, nos interpela para destruir cualquier tipo de encantamiento mediático desde otro medio: debemos actuar y preservar a quienes actúan desde un escenario. Debemos proteger al arte que nos da vida.
Profundamente movilizados, quienes formamos parte de esta
comunidad artística recomendamos A propósito de La Tempestad. No deje que le
vendan calma en estos momentos tan violentos. La calma es para los muertos.
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